viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Qué hacemos mi General? Arremánguele cabron, no le afloje.

Se establecía un operativo por parte de los marinos en el poniente de la ciudad. Se había capturado a un capo importante. Se empezaron a bloquear puntos estratégicos en la ciudad. La ciudad entro en estado de sitio.

Por su parte como parte de la estrategia malandra balacearon las instalaciones de la Secretaria de Seguridad Publica de García. El General retirado sustituto de aquel asesinado meses atrás. Se lanzo con su sequito en busca de los malandros en cuestión. En las colonias cercanas del casco una camioneta negra al parecer Ford Lobo, disparo contra el vehículo que transportaba al General. Lejos de alarmarse el General su escolta le pregunto.

-¿Qué hacemos mi General? - Arremánguele cabron, no le afloje.

El vehículo blindado se lanzo en línea recta sobre la camioneta agresora. Mientras se acercaba los malandros no dejaban de disparar. A tanta ráfaga solo dos balas dieron con el vehículo. Le dieron un fuerte golpe a la camioneta agresora por la parte de atrás logrando casi voltearla. Los malandros se sorprendieron y asustados emprendieron la huida.

El General no se había puesto el cinturón. Resulto lesionado de la cabeza y la camioneta llego a duras penas al Cuartel de la policía. En el enfrentamiento un escolta del General resulto lesionado. Al llegar a las instalaciones toda la gente alertada opto por protegerlo.

-Déjenme, déjenme, ayúdenle a este cabron que viene herido.

Los polis ayudaron a uno de sus escoltas que tenía una herida no grave en la pierna.

Una cosa es un hecho. Irse sobre un General es de huevos, y solo se podría hacerlo estando drogado o fuera de sí. No alguien inteligente se atrevería a matarlo.