martes, 27 de diciembre de 2011

Chavo Jones. La Quinta.


Nos contactaron con sigilo. Para desgracia o fortuna de él, Pepito era el contacto. Se trataba de una quinta en el Casco de García. La persona que nos contacto por más que obvias razones me reservo su nombre, que de hecho, por lo general va a García de incognito.

Juanito no tardo en pegarle a la mamada y me presento como el brujo del grupo. Mi pero y conocimientos en el tema en general no tanto en brujería me daba cierta presencia que el contacto se fue con esa idea. Siempre habría que tener la malicia de pegarle al Indiana Jones por una manera decirlo, sacar las curas.

Entramos a la Quinta de noche solo para inspeccionarla con los aparatos. Vimos dentro del hogar varios puntos. Se sentía un silencio tenso mientras hacíamos nuestras pruebas. Fue la coincidencia del contacto con sus experiencias paranormales que coincidió la tecnología con sus vivencias. Ello le daba seriedad a nuestro contacto hacia nosotros. Pero eso no significaba que destruiríamos su sala y cocina para lograr el objetivo.

Solo íbamos Pepito y yo. Le pregunte al contacto la actitud de su perro, ya que le mencionaba, era vital en el análisis del entorno. Nos menciono que nunca entraba a la Quinta. Siempre se mantenía en la puerta principal día y noche. Eso me llamo la atención de que algo sucedía dentro de la Quinta, tanto en el área de los Nogales como de zona que se usaba como pista de baile. Realmente había mucho terreno para esparcimiento del perro, no era una casa pequeña. Con los roedores comunes lo mas razonable es que se entretuviese en el patio, pero nunca lo hacia.

Lo salude con buena cara como comúnmente lo hago con las personas, hasta le hable de guey para que me agarrara confianza. Se mostro muy gustoso de nuestra presencia. En compañía de el trataba que agarrara confianza y me acompañara a la parte de atrás de la quinta, pero por mas que le insistía el perro se negaba. De hecho dejaba de mover su rabo al ver hacia el fondo. Con ello me decía que estaba sumamente asustado de lo que veía en la parte de atrás de la quinta.

Me fui solo y en medio de la oscuridad cerré los ojos. No pude sentir nada, pero cuando los habría sentía una fuerte presencia en las paredes que conducían a los vecinos, como si alguien me estuviese observando. Sabia que estaban abandonados esos terrenos y que no había gente en ellos, pero ese sentimiento se me daba muy común y realmente le hacia mucho caso.

Dimos con varios puntos. De hecho el contacto nuevamente nos lo oculto y posteriormente nos dijo lo que había pasado en esos puntos, como la lumbre que algún día vio. En posteriores visitas se nos unió Misa, quien apenas se hacia experto en el uso del Péndulo. Determino la parte central de la pista de Baile la cual le provoco un escalofrió que se lo transmitió a Pepito. Realmente a los escalofríos yo no les hacia mucho caso, no era mas que un miedo exacerbado de lo que estaban practicando.

El contacto le llamo a un conocido de el quien es Chaman de la alta escuela, originario de Cuba. Analizaría posteriormente la foto que le mandaba por teléfono de la zona donde Misa había concluido de una presencia.

Ya cuando acordamos retirarnos yo era el ultimo en salir de la zona de los Nogales cuando a un costado de la casa escuche un golpe. Volteo y no había nada. Era por demás razonable que no querían que nos fuéramos. Analizando la situación se dio por sentado que un túnel pasaba por debajo de la misma, de los que se hicieron en la época de la revolución.

Nos despedimos y sentí un poco de lastima por el perro del contacto. Me despedí de él acariciándole la cabeza esperando que no tuviese una noche muy pesada.

Ahí sigue la Quinta, esperando al grupo para su próxima expedición a lo desconocido. Pronto habrá mas detalles al respecto.

martes, 20 de diciembre de 2011

Radio Crónicas. S01.E01.


Temas: (1) Antiguos Juegos Regios. ¿Los hemos perdido para siempre? (2) Gustavo Cerati. ¿Deberíamos matarlo?

Canciones: Highway To Hell (AC/DC), El Mitote, (El Gran silencio),  Rombos, (Cerati), Tabú (Cerati).

Comentarios: Descubre quien estaba a punto de llegar a las lagrimas. Este es el primer programa oficial de Crónicas de Un Regio Radio.

Nivel de Alcohol: 30%. 




viernes, 16 de diciembre de 2011

Pueblo Embrujado. Capítulo 5. La partida.


Todo se vino abajo con el proyecto. Existían más dudas que posibilidades, ello al menos para mi jefe, para mí solo se necesitaba inversión y tiempo. Es lo que faltaba, las dos cosas y estar más tiempo ahí provocaría generar más costos innecesarios. La partida se dio con prontitud, de un día para otro ya estaba mi chofer quien me llevaría de regreso a monterrey.

Miguel mi chofer, llego por la noche. Durmió en la sala al colocar unas colchas sobre el piso. A la mañana siguiente solo haríamos unas diligencias y lo más pronto posible partiríamos para la ciudad que me vio crecer y nacer.

-          ¿Todo bien? -  Le dije  amaneciendo. - ¿Si dormiste bien no pasó nada extraño?

-          Si, dormí con madre ¿Por qué viste algo o qué?

-          Nah, todo tranquilo, pero si pasaron muchas cosas.

-          Oye. Me levante anoche y vi un foco en la puerta del patio. (sobre la perilla)

-          Ah sí; la puse como alarma pa que no se me metieran.


Días antes por la madrugada desperté tranquilamente. Estaba a punto de ponerse el primer rayo de luz sobre el cielo, aún estaba oscuro. Casi de inmediato escuche el venir de unos pasos. Se trataba por el sonido de unas botas vaqueras. El sonido se hizo largo debido a que provenía del andador que corría por el lado del patio. Llego a la banqueta de la calle y regreso nuevamente, pero esta vez por dentro de la casa, es decir, ya no por el andador, sino por el patio llegando a detenerse el sonido en la puerta trasera. Recorrió prácticamente toda la casa por dentro. Al principio no hice mucho caso, debido a que pensé que se regresaba por el mismo andador. Hasta que escuche el sonar de la perilla de la puerta al tratar de abrirla pero sin forzarla.

Me quede quieto. No hice por salir ya que no sabía que esperar. Escuche las botas alejarse por el patio y regresar por el andador hasta que se perdió el sonido. Nunca supe si se tratase de una persona real o no. Solo por si las dudas de que fuera alguna real, coloque el foco sobre la perilla para que me despertase al caer.

Ya arreglado nuestros asuntos proseguimos a llenar la camioneta con las herramientas y el equipo de cómputo entre otras cosas. Todo era normal y cargábamos con prisa ya que queríamos llegar a buena hora a Chihuahua. Mientras lo hacíamos pude notar que en el andador se encontraba una señora. De algunos 45 años quizás. No le preste la mayor atención sino hasta la tercera vuelta a la camioneta. Vi en su mirada un odio el cual no me despegaba para nada mientras cargaba. De momento pensé que era de esas señoras que les agrada la información vecinal pero algo me decía que la señora escondía algo en su mente para conmigo.

-          Oye guey. ¿Ves a la Señora que está en el andador?

-          Si ¿Por qué? Se nos queda viendo bien feo verdad.

-          No guey eso no es nada, aquí pasaron un chingo de cosas que ni te la acabas.

-          ¿Apoco si? ¿Cómo qué?

-          Ya te cuento en el camino que igual tenemos un chingo de tiempo.
               
Al salir ya para arrancar la unidad la señora no se encontraba. Como sabiendo cual sería nuestra última salida hacia la camioneta. La camioneta se prendió y nos dirigimos a Hermosillo. La realidad era que no queríamos jugarnos el material con la aduana de Agua Prieta. Nunca supimos si la señora del andador realmente existía o no. Desde aquella vez que yo y Miguel vimos a la secretaria en las oficinas del gran almacén de la Minera, todo era posible.

En el camino le platique la historia que viví en la casa. En el camino a Hermosillo solo bastaba estirar la mano para poder agarrar alguna rama de Cannabis que por naturaleza se había dado al lado de la carretera. Al llegar a Hermosillo nos falló una luz delantera. Pensamos por un momento jugárnosla pero al pensar que era pura sierra se nos hacía muy peligrosa la idea. Terminamos por dormir en Hermosillo.

Esa fue la primera de nuestras desventuras. Después estuvimos a punto de chocar de frente en una curva en la Sierra Tarahumara. La camioneta fallaba constantemente. Era una falla nueva. Ya se le había modificado la luz al motor debido a la altura pero eso no evitaba que siguiese fallando.

La carretera estaba desierta. Solo 4 vehículos nos topamos en el trayecto y por suerte eran de Nuevo León, al menos no nos sentíamos tan solos.

Llegando a Monterrey desde Hermosillo, en un viaje de alrededor 24 horas sin parar Miguel me dejo en mi casa de San Nicolás. Llevo la herramienta al negocio y posteriormente dejo la camioneta en la casa del patrón. Eso, solo para que al apagarse ya no quisiera prender. Algo nos protegía y nos trajo desde Sonora a Monterrey. La camioneta paso semanas para que le encontraran la falla.

Pueblo Embrujado. Capítulo 4. Noches.


Ya habían sucedido muchas situaciones que me tenían aturdido en mis quehaceres rutinarios. Al andar por el pueblo note algo inusual con los perros. Todos sin excepción mostraban un estado de somnolencia rara. Lo menciono así por que durante todo el día así se mostraban. Ninguno se veía juguetón, ladrándole a la gente o lo mas mínimo, que fuese bravo. Todos estaban en un estado hipnótico, como si de un felino se tratase, quien llevase una vida absolutamente nocturna.

Así, las noches para mí fueron largas. Tan largas como mi miedo quisiera extender la velada. Hubo una noche especial. Aparentemente normal me acosté sobre el colchón postrado en el piso del cuarto de en medio. A la entrada del cuarto tenía una caja con equipos de corte y una que otra herramienta. Fuera de ello, el cuarto estaba completamente vacío.

Recién acostado justo para conciliar el sueño, se empezó a escuchar el sonar de un bote de plástico. Mi mente empezó a accionar todas las posibilidades del origen del ruido. Como en todas las demás ocasiones siempre le veía un lado razonable a las cosas y aquí era más que obvio, una rata se había metido al cuarto. Pero… ¿Que rata? ¿Cuál Bote? No tenía ni uno ni lo otro. Lo sellado de la casa impedía la entrada de algún roedor y si lo hubiese me daría cuenta por la falta de muebles. Además, por el ruido fuerte del plástico todo indicaba que se tratase de un roedor enorme. Me levante y prendí el foco del cuarto para cerciorarme de dicho animal. Le di una buscada a la caja de herramientas y todo parecía normal.

Me volví a acostar. El ruido empezó de nuevo. Extrañado saque todas las cosas de la caja pero no había nada. Aun quería que se tratase de un roedor. No esperaba otra cosa más que ello, alguna situación normal.

Me volví a acostar, pero esta vez deje la puerta abierta del cuarto. Mientras me dirigía al colchón, no le perdí la vista a la puerta, que por la luz mercurial de la calle notaba si el roedor salía o no. El ruido comenzó a escucharse de nuevo. Me levante y procedí a mover la caja, no sin antes ver de reojo para los lados esperando que el roedor saliera por la puerta. La acción fue inútil, ya que sabía perfectamente con la revisión anterior que no había nada. Esta vez estaba más que confirmado, había un ruido extraño en el cuarto y no era natural.

Me acosté y siguió el ruido. Esta vez me levante solo para cerrar la puerta de cuarto. Me acosté y nuevamente siguió. Entre en pánico. Aun escribiendo estas líneas siento la impresión de aquella noche. No pude más y opte por cubrirme con la cobija como si de un niño miedoso se tratase. Siendo ateo me entro la duda y me persigne. El ruido seguía constantemente. Me volteo hacia la pared y comencé a temblar del terror que me inundaba. Así, sin más, me dormí.

Lo supe meses después. Era normal. Un fuerte miedo provoca que se cause el sueño inmediato por el shock generado. Cuando se tiene miedo en término medio puede uno aguantar así toda la noche, más no cuando la impresión es exageradamente fuerte.

Ya no paso más lo del ruido del bote en el cuarto. Pero las noches se volvieron mi centro de atención. Fue ahí cuando note las frías noches serenas, sin el más mínimo ruido. Hubo noches con fuertes vientos, que por si fuera poco la casa tenia cielo falso y su techo era de lámina, misma que rosaba con las ramas de un árbol y rechinaban a la par del movimiento del viento, dándole un toque tétrico a mis estadías.

Hubo noches raras, donde escuchaba a todos los perros del pueblo. Quienes por doquier estaban muy activos, todos ladrando. Cuál fue mi sorpresa que una noche ya no ladraban, todos se encontraban aullando.

Realmente lo vivido no se lo deseo a nadie, sobre todo a aquellos que no tienen la experiencia de sobrellevar los fenómenos paranormales. Ahora, acostumbrado a dichos fenómenos se me haría interesante ir y vivirlo con la enjundia que me caracteriza en esos eventos. En aquellos años no era muy común que viese fantasmas y menos tan recurrentes en tan solamente dos semanas.

El proyecto no se realizó y tendría que regresar a monterrey. El regreso, fue otra historia.

Pueblo Embrujado. Capítulo 3. Sombras.


La experiencia aumentaba de tono. Muchas vibras se enrolaban a mi alrededor por tanta gente nueva que conocía. Muchos casi llegando al extremo de rogarme por darles empleo, mismo que era incierto debido a que el proyecto era tan solo eso, un proyecto y no había nada concreto aun. Todo el pueblo me conocía. Al ver el vehículo en que me transportaba decían “Ahí va el contratista” Tanto por mi apariencia como por las placas de Nuevo León.

No sé si lo que me pasaba era relacionado a las vibras de esas personas o a la intensidad energética de la zona por los metales que extraían y las envidias generadas al respecto. Las pepitas de oro se habían acabado muchos años atrás, muy seguramente había demasiado enterrado con sus respectivos conjuros para protegerlos. La Mina más cercana de oro estaba a horas de ahí. Se extraían 5 toneladas al año removiendo grandes cantidades de tierra y desapareciendo cerros completos para el objetivo. La Mina La Caridad, la más grande de México y donde su producción de cobre es la segunda más grande del mundo se encuentra al sureste de Nacozari a pocos minutos.

Toda la magia del pueblo y su impresionante infraestructura a pesar de su pequeñez me atraía demasiado. Me entere que una versión de los Cadetes de Linares tocarían en un salón local pero no pude asistir. Me estaba acostumbrando a la vida local y un día así sin más me encontraba haciendo una llamada a mi jefe en monterrey sobre asuntos del proyecto. Hablamos de diversas cuestiones, cuando de pronto vi salir una silueta de una pared corriendo y desapareciendo al cruzar la pared del otro costado de la sala. Se trataba de una silueta humana, negra. Como si se tratase de un ser en otra dimensión solo paso corriendo por en medio de mi sala así sin más. Me quede callado y mi jefe me hablaba cuando le dije que parara, que me esperase. Mire la sala una y otra vez.

-Wey, acabo de ver salir de una pared una sombra y meterse en otra corriendo.

-Ya estas alucinando, te está afectando la soledad.

-No, en serio. Ni te imaginas cuantas cosas he visto pero esto ya es demasiado.

Esa noche después de colgar con mi jefe me dispuse a preparar la cena. Prendí la parrilla y salí a la tienda más cercana para comprar unos blanquillos. Afuera de la casa me topé con un tipo que venía calle abajo. Me cuestionaba sobre mis asuntos y sobre la posibilidad de que le ofreciera trabajo. Estaba platicando al respecto y pude notar a unas casas como un señor de edad avanzada junto supongo yo, su nieto, jugaban con una pelota y a su misma distancia dos perros grandes también lo hacían pero entre ellos. La plática entre yo y el tipo era de lo más normal cuando de pronto los perros se lanzaron sobre de nosotros. Bravos llegaban a gran velocidad con una furia poca vista por mí. Me di cuenta que venían directo a atacarme cuando estaban a tan solo unos 5 metros. Uno de ellos alcanzo a rozar con su hocico mi pantorrilla cuando el tipo con quien platicaba le tiro una fuerte patada.

Así sin más, los perros se regresaron con otra actitud, sumamente contentos con su rabo radiante de felicidad como si a una motocicleta hubiesen perseguido. La escena se me hizo rara. Al acabar la pequeña entrevista informal con el tipo me dirigí a la tienda tomando las precauciones necesarias para con los perros. Al estar echando a la bolsa los blanquillos ya en la tienda me dio un fuerte escalofrió. Pensé que algo estaba sobre mi o detrás de mí al momento que los perros me atacaron.

Regrese a la casa y pase frente a los perros quienes no me hicieron el más mínimo caso. Sabía que no me atacarían ya que había reflexionado sobre el supuesto ser que tenía alrededor de mí, al cual habían atacado.

Al llegar a la casa la flama de la parrilla estaba apagada. La situación se estaba haciendo cada vez más personal.

Pueblo Embrujado. Capítulo 2. La casa.


En el pueblo empecé a buscar una casa de renta. Las noches en el Motel ya me habían hartado un poco debido a la insalubridad. Una de sus camas tenía el resultado del desvirgo de una chica de la zona.

Estuve visitando varias casas. Había una a un precio módico de no más de 2 mil pesos muy grande. De estilo americano era inmensa. Para vivir solo por un largo tiempo era como una mansión por la soledad que me esperaba. No pude localizar al rentero y la descarte por completo. Días después me entere que supuestamente pertenecía en su tiempo a Amado Carrillo, el Sr. de los cielos.

Todo mundo se portaba muy amable, no tanto por que fuera Regio, sino porque era Norteño. Existía una camaradería especial para con los Norteños. Las gordas inmensas de poco más de 30 centímetros hechas por una mujer de edad avanzada maldiciente era común en los hogares de Nacozari. La palabra “verga” era de uso cotidiano de las mujeres locales. A pesar de su cultura no estaban muy lejos de la realidad esas costumbres. Jovencitas pubertas de no más de 13 años se me lanzaban en busca de una relación formal. Quizás por ser foráneo para salir de ese pueblo sin mucha vida, donde su mayor entretenimiento era el juego de Beisbol dominical y su table llamado El Splash, repleta de los hermosos traseros sonorenses.

Entre conocidos del restaurant y de boca en boca di con una casa. Esta se encontraba en las faldas de un cerro que le daba la espalda a la escoria de la Mina más vieja de la zona. Antiguamente el cerro se usaba como panteón de los indios locales, quienes enterraban a sus difuntos de cuclillas a poca profundidad colocándoles piedras encima para evitar la rapiña de los animales.

La casa era grande para mis necesidades. Tenía una gran sala que era dividida por una barra que separaba la cocina. A lo largo se encontraban tres cuartos de 4 x 5. Me establecí y puse como el lugar ideal para dormir el cuarto de en medio. Hice las compras de lo más básico, un televisor, una parrilla y un tanque de gas L.P. Instale el Fax y mi computadora en la barra de la cocina y comencé a hacer mis estudios del proyecto.

Pasaron los días y me era muy recurrente que al cocinar se me apagaba la flama de la parrilla. Me dije en su momento que era normal, alguna falla en la válvula o una corriente de aire. Tome mis medidas sobre la corriente de aire y no había ninguna. La casa estaba por completo sellada. La situación era muy recurrente y pensé que se trataba de algo como que hecho adrede. Mi pensamiento vino ya que siempre que me distraía era cuando se apagaba, no cuando movía el sartén mientras cocinaba. Siempre al voltear y distraerme como ver el televisor o haciendo otra cosa.

Las noches en Nacozari son muy frías por el desierto. Es por ello que calentaba en la parrilla  el agua con la que me bañaría. Siendo domingo y sin tener ninguna tarea referente al proyecto me avoque a hacer una prueba. Calenté el agua y me le quede viendo a la flama por horas mientras degustaba de uno que otro cigarrillo. Me dio la urgencia de ir al baño a hacer mis necesidades. Cuando regrese aquella flama que espere con ansias por horas ver apagarse ya lo estaba.  

Ahí pensé definitivamente que algo mal estaba sucediendo. Los fenómenos fueron recurrentes. Un día desperté y frente a la puerta del cuarto estaba un alacrán aplastado, como si alguien lo hubiese matado por accidente o no. Nadie había entrado a la casa y yo estaba más que seguro que no lo había matado por accidente ya que hubiese sentido el tronar del mismo.

Al distraerme un poco mientras hacía alguna tarea dirigía la vista desde la ventana de la casa, paralela al patio y a los tres cuartos, donde por la altura de la vivienda por la montaña en la que me encontraba, divisaba las casas de los vecinos de enfrente 5 casas debajo de la mía.

Una ambulancia recogía por las mañanas a una viejita vestida de negro sacada en camilla del domicilio. Pasaron los días y me era común que cuando me distraía solo así, cuando me distraía de mis quehaceres me dirigía a la ventana y cada vez que lo hacía, me topaba con esa escena, ya sea que la recogieran o que la dejasen.

Serian largos los días que venían por delante.

Pueblo Embrujado. La llegada.


Los riachuelos se veían verdes por los ácidos de las minas. Muy poca fauna a los alrededores. Una que otra ave de rapiña por el camino devoraba algún animal muerto. El sol picante del norte de Sonora me daba un aire espectral ante los pocos detalles de vida en las inmediaciones.

Por la solitaria carretera entre las montañas de pronto se abrió la entrada al pequeño pueblo. Moderno como los típicos pueblos de los estados unidos. Nacozari de García se encuentra a pocas horas de la ciudad de Hermosillo. Pueblo creado a raíz de sus minas de Cobre y Oro a sus alrededores.

Origen de la historia de la maquina 501, donde Jesús García Corona salvo al Pueblo de su desaparición al sacar la maquina con urgencia debido a que uno de sus vagones se encontraba incendiado a causa de las chispas de la caldera de la locomotora. El tren transportaba dinamita para las Minas y la explosión era inminente. Solo un hombre con valentía se arriesgó a salvar al pueblo sacando el tren a 7 kilómetros fuera de la zona poblada, ese hombre era el maquinista Jesús García, quien en su honor se le nombro a Nacozari desde entonces como “Nacozari de García” Tal fue su valentía que hoy en día muchas calles en México y escuelas públicas llevan por nombre “Héroe de Nacozari”. Los hechos ocurrieron un 7 de noviembre de 1907 y hasta la fecha, el 7 de noviembre se celebra el día del ferrocarrilero en México.

Ese era el pueblo que se divisaba en aquella solitaria carretera. Para mi quien recién lo conocía se me hacía mágico, todo un motor poblacional rugir por el funcionamiento de las Minas, su historia, su belleza. Nunca pensaría que para mí se tratase de un Pueblo Embrujado.

Mi visita al pueblo era estrictamente de negocios. Ejecutaba un proyecto para la extracción de chatarra en una de las Minas cercanas. Establecí mi lugar de operaciones en un Motel en las inmediaciones de la cabecera y me avoque a buscar un hogar debido a que el proyecto podría extenderse un año.

Parte del inicio del proyecto era presentarme con los Jefes de almacén y de ingeniería para establecer los procedimientos a seguir. Al segundo día de mi llegada, fui en compañía de mi contacto y de mi chofer Miguel Coronado al almacén de una de las Minas. Para llegar al lugar pasamos por tres puntos de revisión, los primeros dos estaban a una distancia de por lo menos un par de kilómetros, el tercer punto a solo unos pocos cientos de metros. 

El almacén incluía una enorme bodega además de un gran patio donde se guardaba la maquinaria pesada. Dentro de las instalaciones había un complejo pequeño de oficinas las cuales pareciesen una casa. Típica construcción en serie de las casas de la zona ya que quien las construía era la propia Minera. Estaba formada por 3 cuartos. Uno grande del tamaño de la mitad de la construcción y dos aparte que conformaban la otra mitad.

Al llegar estacionamos la camioneta enfrente de las oficinas, la cual tenía dos puertas de acceso. Una nos daba de frente y otra de costado que daba a las dos cuartos juntos. Nuestro contacto se bajó y entro por la puerta de costado para entrevistarse con el Ingeniero encargado. Yo y Miguel solo nos avocamos a esperar. Vimos los alrededores desde la camioneta ya estando abajo y nos llamó la atención una hermosa chica quien se encontraba laborando con la puerta abierta de la oficina grande. La puerta que nos quedaba a nuestra vista.

Era mediodía y el sol picante de Sonora e intenso me obstruía mi mirada a poder apreciar el rostro de la chica quien se encontraba a la sombra y nosotros bajo el sol. De tez blanca y lindo cuerpo, vestía pantalón y una chaqueta de mezclilla. Ambos la vimos pero no dijimos palabra alguna de su bella silueta.

De rato ya con el contacto y con el Ingeniero en el patio platicando sobre nuestros asuntos se nos acercó el guardia del gran Almacén. Nos preguntó que donde estaba la chica que venía con nosotros a lo que le mencionamos que veníamos solos, que solo éramos tres. El Guardia ya de edad avanzada nos refutaba que veníamos con una chica vestida de mezclilla la cual vio pasar por en medio del patio. Le mencione que se trataba de la secretaria del Ingeniero a lo cual me contesto que nadie trabajaba en el almacén ese día, que solo el Ingeniero y que además, el no tenía secretaria.

Nos sorprendimos, y le comprobamos que veníamos solos y que cotejara el hecho con las otras dos casetas de vigilancia a lo cual se negó y nos dio su razón. No era la primera vez.

Nos empezó a contar historias parecidas al respecto. Salimos del lugar ya arreglado nuestros asuntos y dejamos a nuestro contacto en su domicilio. Miguel y yo nos dirigimos a un restaurant y mientras esperábamos nuestra orden Miguel me preguntaba incrédulo.

-         Oye. ¿Habrá sido cierto lo de la muchacha?
-     Mira, a mí me vale madre lo de la vieja. Cuando llegamos estacionamos la camioneta y jamás la movimos ¿Cierto? Ok, ya que nos fuimos la puerta de donde vimos trabajar a la vieja ya no estaba, había puro ladrillo, solo estaba la que no teníamos a la vista, donde entro aquel pelado.
-       Ah cierto! Ya sentía algo raro cuando nos fuimos. Mira, (Miguel se ve uno de los brazos) hasta se me puso la piel chinita. Hasta ahorita.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Crónicas Reload. La Rata. Día 6.


8:00 AM. El encuentro.

Desde que abrí la puerta del cuarto me dije por mera intuición que algo sucedía. Mientras me acercaba más a la tina presentía que algo había en su interior y si, ahí estaba la puta Rata, atrapada. No sé cuántas horas de angustia tenia, pero sabía que había pagado el precio tan alto de haber provocado mi mudanza a la sala de la casa. No percibía sus sentimientos, pero algo me decía cuando nos vimos por tercera vez a los ojos que dijo, "Puta... ya me cacho"

Agarre el bote con temor a que si lo inclinase un poco quizás lograse escapar, peor aún si se escapaba en vez de tirarse al vació quizás se quisiese bajar por mis manos. Temeroso saco el bote al jardín y me siento en la mecedora pensando que hacer con ella, como matarla.

Al momento se me vino a la mente lo que me había dicho mi amigo Fabela, que cuando la atrapase le prendiera fuego. Sabía que no tenía Thinner, además el bote era de plástico. ¿Qué demonios haría? No podría matarla con la escoba ya que en mi época de desempleado la uso para barrer el jardín, no me podía dar el lujo de malgastar el dinero que me quedaba.

11:00 AM El Final.

Mi hermano me hace un comentario acerca de la Rata. Le menciono que la captura ya se dio y que la tengo en cautiverio, apresada por no decir que prisionera y a mi merced.

La vamos a ver. Agarra un bote de Pepsi de 500 ml. de la versión DESCÚBRELA. Se coloca una bolsa en la mano y con el fondo de la botella la aplasta logrando yo escuchar el tronido de los huesos.

Ya muerta la agarra por la cola y la mete a otra bolsa la cual cierra y la mete a la basura.

Mientras iba en ese viaje camino al bote de basura no pude dejar de pensar. "Hay vas, eso fue todo"

Ya terminado todo el asunto me dirigí al cuarto, me senté en el sofá tranquilo y visualice todo el trauma generado. Pero algo me intrigo en esos pensamientos, la rata muerta se me hacía más grande de la que vi a los ojos.

Sentado mirando alrededor del cuarto, se me viene a la mente la famosa música de Psicosis en la escena del baño.

(La anterior serie fue escrita para cuando usaba mails y no contaba con mi propio Blog. Fue escrita a diario mientras sucedían los hechos. Mucha gente se sintió apegada a la Rata que lamentó su muerte. Un profundo pésame por aquellos que la quisieron mucho.)

Crónicas Reload. La Rata. Día 5.


1:45 AM La Alarma.

Se enciende el estéreo y me despierto. Me dirijo al cuarto y apago la alarma. Saco mi ropa y cosas del cuarto para dirigirme a bañarme. Cerca de la computadora siento que algo se mueve. Es la pinche Rata que trata de escapar por la ventana. Ve mis pies, no se mueve ni yo lo hago.

Transcurre un tiempo decisivo en mi vida y veo alrededor que tengo a la mano para golpearla. Tengo el Fax, el monitor, el teclado y el ratón. Pienso que lo más obvio es el ratón. ¿Un ratón matando a otro ratón? ¿Pero cómo lo desconecto y si no llega el cable?

Tengo a mi vista al Torito que me regalo mi amiga Xochitl pero no, como haría eso, se ensangrentaría y no quisiera recordar a la guerca así.

¿Qué demonios tengo? Nada. Es el momento decisivo. La Rata no se mueve. Tan solo muevo un pie si acaso 5 centímetros y se hecha al suelo y corre con gran velocidad logrando pasar la trampa que estaba colocada precisamente para evitar esa situación. La puta Rata la paso. Claramente la vi correr por encima de la Trampa. ¿En dónde quedo la puta tecnología? Pinche Waldos de mierda.

¡Demonios!!! Estuve tan cerca, como aquel día en que nos miramos a los ojos.

2:15 AM. La aceptación.

Ya lo aceptaba, la Rata era demasiado inteligente. Sentado en el sofá de la sala veo el reloj para cerciorarme de que no se me hace tarde. Son las 2:15 AM. ¿Pero qué demonios? Si la pinche alarma la puse a las 6. ¿Por qué sonó? ¿O acaso fue la pinche Rata que prendió el estéreo y subió después a la ventana? ¿Qué tan chingona era la Rata? Duermo.

10:00 PM La trampa maestra.

Tanto análisis me llevaron a la conclusión de diseñar mi propia trampa, una muy chingona que no permita escapar a la puta Rata y que la haga sufrir psicológicamente como a mí me lo ha provocado.

Decido meter una tina de 19 litros a mi cuarto, le pongo queso en el interior y la coloco al lado del sofá. La estrategia es que la Rata perciba el queso, que a pesar de que hay dos más en las trampas bizarras, ella sabe que no los puede comer. Otro punto interesante es la oscuridad total, cierro por completo el cuarto para que no le entre en lo absoluto nada de luz, la idea es que se guíe por el olor expedido por la parte superior, eso hará que suba al sillón y que al no ver nada hacia abajo se lance en busca del queso. Lo resbaloso de la tina hará que no pueda subir y permanecerá sin salida el resto de la noche. Así es, viva, atemorizada y psicológicamente dañada. No sería tan mierda, ya que estaría con la panza llena con tremendo queso que le di como carnada.

11:30 PM El sufrimiento.

Mientras duermo en mi Sofa-Bed en la sala, escucho que la pinche Rata trata de salir por la puerta. Se escucha como la muerde, yo solo veo la puerta cerciorándome que no lo logre. Miro hacia el techo de la sala y pienso mientras entrecierro los ojos… "Vas a caer hija de tu puta madre"

Crónicas Reload. La Rata. Día 4.


7:30 AM Un día anormal.

No tengo trabajo. Me levanto fuera de horario. No tengo cuarto. Bajh, para que me levanto a ver si entro en las trampas. Sé que no fue así. Pienso… de hecho lo hago todo el puto día.

10:30 PM El enojo.

Duermo en mi sofá. No en el Sofa-Bed, Air of Space, sino en el normal. Todo es tranquilidad hasta que el pinche vecino fuma. Siento el puto olor del cigarro entrar por la ventana ya que los vientos cambiaron por el recién entrado frente frió.

11:00 PM El contacto.

Siento algo en mi rodilla derecha. La muevo pero determino que fue un pedazo de la colcha que ya semi doblada cedió en mí. Escucho un ruido que viene de dentro del sofá a la altura de mis pies. Determino que es la pinche Rata que está dentro y se dejó caer. Me levanto y saco mis cosas a la sala de nuevo. Ha ganado una batalla más la puta Rata de Mierda.

Creo perder la compostura. Saco mi Sofa-Bed y lo pongo en la sala. Pretendo que todo sea normal, como si se tratase de un visitante a quien le doy cobijo, el pinche pedo es que soy yo. Duermo.

Crónicas Reload. La Rata. Día 3.


4:30 AM Sonámbulo.

Despierto en una madrugada tranquila. Veo una película de Alfonso Sayas, sale Tun-Tun. Río y posteriormente duermo.

7:30 AM Temprano despertar.

Me despiertan alegando que ya lo estaba por que escucharon que en la madrugada reía. Lo hacen al decirme que ya está la barbacoa. Es domingo.

9:30 AM a 7:30 PM Una vida normal.

Dos hermanos están de visita. Juego al Play y por la tarde veo las persecuciones más sorprendentes del mundo. Todo normal. Vuelvo a la tranquilidad que hasta la puerta del cuarto permanece abierta todo el día.

8:00 PM El regreso.

Veo una sombra correr sobre el piso. Determino que la rata todavía no se va. La cacería continúa y le pongo papeles a los orificios de las cerraduras de las ventanas. Saco la trampa ya usada desde hace tiempo y la transfiero a la cocina, de nada sirvió. Las dos restantes trampas compradas en el Waldos yacen en el mismo lugar de antes, no las muevo por puro respeto al sistema capitalista ya globalizado. En fin, no funcionaron.

No doy cabida como la pinche Rata todavía sigue en mi cuarto, ya que hasta le abrí las puertas todo el puto día. Pienso… sigo pensando… Determino que la Rata es especial. Es tan verga que quizás confirme mi teoría de que cada persona que entra a mi cuarto se vuelve chingona por el simple hecho de estar en ese lugar. Ese lugar donde los celulares no funcionan, ese lugar donde asustan y pasan cosas extrañas, ese lugar en donde cada persona que entra le da sueño, ese lugar especial al cual la rata ya se apodero y tiene consigo un puto cerebro chingon, a tal grado que evade trampas aun estando en cautiverio.

11:00 PM El nuevo dueño.

Saco mis cobijas, almohada y abanico a la sala. Me mudo de nuevo. Esta noche la dejare descansar, no haré nada especial. Ya se apodero de mi cuarto.

Crónicas Reload. La Rata, Día 2.



7:00 AM. El amanecer.

Tan pronto amanece me levanto para ver las trampas. No esta. Las evadió o no tenía hambre.

10:00 AM El comunicado.

Le menciono la situación a mi hermana y determinamos que hay que sacar toda la ropa y demás cosas del Closet. Lo dejo para después y en ese momento tapo con una playera una rendija normal del mismo.

2:00 PM El susto

Mientras jugaba al Play mi hermana entra al cuarto para checar el avance del acecho. Grita y asusta a la Rata, quien con destreza sube por el Closet trepando e intentando meterse por la rendija que es tapada por la playera. La Rata cae al suelo por la impresión y corre hacia el Sofá. Entro y no podemos hacer nada ante el Sofá, tendremos que esperar a que salga por si sola. Determinamos que hay algo especial en el ropero.

4:30 PM En busca de la guarida.

Abro el Closet y saco las colchas, sobre camas y toda la ropa, además de los zapatos, las películas y revistas que guardo en ese lugar. Golpeando exhaustivamente llego a la conclusión que no hay tal hoyo que interconecte mi cuarto con la de los vecinos. No hay motivo por el cual se quiera meter la Rata. Determino que quería huir del cuarto y que llego de la calle. También checo que en la ventana no le pusimos papel que evitara la huida, o el haber cerrado las ventanas.

7:30 PM El enfrentamiento

Llego a la conclusión que quizás la rata haya huido por la ventana en el transcurso de la tarde. Meto al cuarto mis cosas y le pongo papel a los orificios de las cerraderas de las ventanas.

11:00 PM Una noche tranquila.

Concilio el sueño en el sofá como todo un bebe. Sin querer, he perdido la fe de que la rata este en el cuarto.

martes, 13 de diciembre de 2011

Crónicas Reload. La Rata, Día 1.


3:30 PM La impresión.

Entrando a mi cuarto vi una sombra directamente. Trataba de explicarme que era y supuse que quizás fuese una rata. No daba crédito a lo anterior, ya que su velocidad era tan extrema que no distinguías cuerpo alguno, tan solo una fugaz sombra.

5:00 PM El apoyo.

Busco a mi hermana para darle por enterada del hecho. Me sale con las historias de los vecinos al respecto de hasta una cuadra y le pregunto qué hacer. Nos dirigimos al cuarto y analizamos la situación. Determinamos que quizás este en el ropero y que quizás según comentarios de los vecinos estemos interconectados por un agujero que nos conduce a la casa de ellos. Entre las medidas a tomar está el de comprar trampas.

5:30 PM La decepción

En la tiendita de Mirtala no hay trampas. No hay de otra que comprarlas en el Waldos. Según comentarios dicen que las del Waldos no sirven del todo, que según solo son para ratas pequeñas.

6:00 PM El análisis.

Le damos una rebuscada a la Rata por el cuarto. Movemos tanto los muebles, que mi hermana la ve correr del escritorio de la computadora al Sofá-Cama. Determina ella que es una rata grande y que quizás las del Waldos no jalaran para la captura. Yo mientras tanto, alego con ella determinando que la sombra que vi no era de gran tamaño. Se quita la ratonera permanente de por vida de la cocina y se coloca en mi cuarto en un lugar estratégico que va a dar al ropero. La trampa ya tiene un sin fin de comida y un cucaracho, es de las veteranas, la única que quedo de ya casi un año y que nunca cayo nada.

7:00 PM Una mirada a los ojos.

Después de varios minutos sentado en una silla en mi cuarto veo con gran determinación todo el cuarto para ver hacia donde corre. De reojo siento que me observan. Se encuentra al lado de la puerta. Pienso que quiere salir. La analizo y es pequeña, las trampas del Waldos funcionaran. Alza la cabeza y me ve, apenas muevo una mano y corre hacia atrás escondiéndose en el Sofá.

9:00 PM Los refuerzos.

Mi hermana trae dos trampas más para ayudar a la captura y aniquilación de la Rata. Las compro en Waldos. Colocamos una cerca del ropero y otra debajo de la ventana por donde siempre corre.

9:30 PM El reagrupamiento.

Saco la tele y el Play Station, unas 3 series de televisión y dos juegos de Play hacia la sala. También saco el abanico y colchas. Sé que en la sala se aparecen fantasmas. Antes de dormir en un retrato de la sala, en una esquina se ve una luz blanca que dura unos segundos en desaparecer. Duermo tapado con la cobija y mirando hacia la pared. Espero que esa noche sea trágica para alguien.

martes, 6 de diciembre de 2011

Crónica de una violación



(Relato fuerte que pudiese alterar el estado de cualquier persona apegada al tema. Absténganse de leerlo menores de edad)

Llego el camarada y  me mostro una foto para saber si lo conocía. De pronto lo reconocí, no físicamente pero si psicológicamente.

      Crónicas- Ese guey es un violador, muy probablemente de Veracruz. ¿Qué sabes de el?
  
Una noche en Santa Catarina pareciese normal. El sonar de los vehículos a gran velocidad hacía a las personas pensar que posiblemente trabajase el conductor para el crimen organizado.

Lucia, (llamémosle así), se encontraba en su estética, misma que se ubicaba sobre una esquina donde estaba la parada del colectivo. Ahí afuera, un grupo de personas esperaban su ruta. Al menos unas 6 o más impacientes veían el horizonte esperando ver la unidad que los llevase al trabajo nocturno.

La estética contaba con los clásicos carteles de cortes de pelo de tendencia en sus vitrales. La puerta a su vez era de vidrio y por comodidad permanecía cerrada. De pronto entro a la estética el violador. Rápidamente sometió a Lucia detrás de una pequeña repisa que se encontraba en el recibidor. Ahí sin más la golpeo. Ella gritaba a más no poder. El violador no escatimo en precauciones, sentía la ansia de desahogarse. El objetivo era lucia y no le importaba la falta de su propia seguridad, él estaba seguro de su logro.

Lucia sabía en la situación que se encontraba. Sabía muy bien que su mejor defensa ante el hombre que la superaba en peso y fuerza era el llamado de auxilio.

La gente en la parada de camión escucho los ruidos. Solo voltearon no logrando ver lo que pasaba dentro del local, ellos solo lo que les importaba era irse lo más pronto posible y desesperaban porque el camión pasase.

Lucia sufría. El violador no busco su parte. La volteo y con unas tijeras mismas que agarro de la repisa se las encajaba en la espalda para que permaneciera sometida. Lucia lloraba y gritaba del terror que se le presentaba.

El violador termino por despojarla de sus ropas, más bien desgarrarlas. Agarro un aparato enorme con el que alacían el cabello y se lo introdujo en su recto.  Sin miramientos, sin lubricante y sin compasión. Lucia estaba desecha. Sus gritos ahogaban la estética y la gente en la parada de camión seguía esperando la mejor manera de retirarse.

Después de golpearla en varias ocasiones en el rostro para que dejase de gritar, lo cual nunca dejo de hacer, el violador le marco toda la espalda para mantenerla en el suelo mientras hacia lo suyo. Lucia de tanto dolor trataba de pararse cada vez que el dolor era intenso y al chocar con el filo de las tijeras más de una vez se cortó por la firmeza de la mano del violador.

Al terminar de agredirla con el aparato el violador opto por fin de introducir su miembro y logro descargar dentro de ella.

La dejo. Llorando de impotencia, de dolor y de un profundo terror. Así como entro, el violador salió a la calle bajo las miradas de quien esperaban el camión. Nadie dijo ni hizo nada

      Crónicas.- ¿Y qué onda con la foto?

      - La tomaron los familiares acá sordeado en el ministerio público. No es foto, es un retrato hablado. La         ando rolando. Ya un camarada se la paso a los malos y están buscando al hijo de su pinche madre.

      Crónicas.- El pedo es que tiene el perfil de que viaja mucho, que agarra jale donde sea. El guey no es de la zona ya de seguro se movió pa otra ciudad. Lo malo es que lo volverá a hacer pero quizás por ello lo agarren al hijo de su puta madre.

      - Pues ya son varios los que lo andamos taloneando, también están los malitos y la Ministerial.

      Crónicas.- Por ojala que lo encuentren pa que se lo cargue verga.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Radio Crónicas S01.E01.BonusTrack02


Temas: El salto generacional en la música.

Canciones: Debaser (Pixies), Suedehead (Morrissey), Comfortably Numb (Pink Floyd), Time (Pink Floyd).

Comentarios: Bonus Track 2 del primer programa de Crónicas Radio.

Nivel de Alcohol: 75%



Para bajar el archivo sigue cualquiera de estos link`s:
http://radiocronicas.podbean.com/2011/12/05/radio-cronicas-s01e01-bonus-track-02/
http://media40.podbean.com/pb/5fdab8c50d48c1d544c6e0e7ca890306/4edc5b8e/blogs40/423301/uploads/CronicasS01E01BonusTrack02.mp3