sábado, 25 de junio de 2011

Fuimos reventadores.

No recuerdo como empezó todo. Fue simplemente el hecho de pasártela bien y el sentido de la responsabilidad de hacer valer tu derecho a una buena tocada que nos encamino a ser reventadores.

Mi amigo Marco y yo siempre fuimos los principales., Muchas de las veces fuimos regañados o señalizados por nuestros amigos como revienta cotorreos, no en ese término, pero la idea general se entiende al exigir a los músicos que se nos presentaban más calidad.

Calidad que conforme pasaba el tiempo fue siendo más exigente. La moda de los tributos creo que fueron los detonantes a tal exigencia. Aunque no vivimos muchos tributos cada quien por su lado se daba cuenta de la vil estupidez que la música local se había convertido.

La reventada no era solo para el grupo. Al estar el cotorreo con el publico muchas veces fuimos cómplices el desmadre colectivo, como el recién dado a conocer bajista de muy corta edad en el Jonucos que al unisonó empezamos a corear “El Emo”. El morro aguanto y creo que forjamos el perderle el miedo en un futuro a los escenarios. Por cierto el Emo pasó la prueba a tal grado que tuvo el honor de conocernos.

Eso de conocer a la banda se le daba mucho a marco. La mayoría de las veces para felicitarlos y otras de las veces para bajarles el teléfono para su futura tocada privada soñada. Que por cierto nunca se ha dado.

Para mi eran indiferentes. Muchas de las veces buenos músicos a falta de creatividad tocando covers. Recuerdo en una ocasión en el Ibex una banda que tocaba covers presento una rola que recién habían hecho. Una magnifica rola aplaudida con mucha sinceridad.

Hubo la ocasión en que se opacaba incluso a los músicos teniendo el control del cotorreo del bar. Como aquella vez que me gane una estúpida bebida y me puse el boleto del premio en la frente en señal de protesta. Que por cierto la dejamos como parte de la propina al mesero para que lo canjeara por lana en el bar.

Fueron días de gloria cuando parte del público se nos acerco para tomarse una foto con nosotros. Antes habíamos visto pocas fotografías del público con las bandas y ahora estábamos en el clímax de los reventadores. Recuerdo que en esa ocasión me regaño mi ridis, una amiga que me acompaño junto con su novio. De hecho terminaron yéndose de la vergüenza supongo.

Una verdadera tocada era cuando permanecíamos callados y nos mirábamos fijamente en señal de aprobación de la banda. Como aquel que se aventó un tributo a Deep Purple que fue de lo más exacto a comparación de la banda original.

Recuerdo el respeto que nos tenía el dueño del Carambolas, que recién llegábamos y sentía la tensión. Quiso ganarnos aquella vez que siendo invitado por el grupo a tocar la batería, o mas que invitado ensimoso, pedimos la de Rock and Roll de Zeppelin. No conto que acabando la rola lo reventaríamos gritando al unisonó “Bonham” Terminamos por bajarlo del escenario.

En el cotorreo con las bandas inclusive sugeríamos a los líderes sacar a determinado miembro del grupo. Cosa que en una ocasión dio resultado con la corrida de un vocalista a nuestra sugerencia.

De ello tampoco se salvaron las Groupies y bandas profesionales.

Épico fue cuando Marco no aguanto su desmadre y le aventó una servilleta en bolita al vocalista de una banda dándole en la cabeza. Estando este en primera fila.

Servimos para impulsar a las nuevas promesas, a los viejos poniéndolos en su lugar y a la escoria hacerla a un lado. De ello nos cansamos y terminamos por dejar en gran medida aquella actitud reventadora. En parte por la falta de espacios y bandas generado por la violencia de la ciudad, Habrá un día que la vida nocturna se dispare y ahí estaremos de nuevo.

Fuimos reventadores, fuimos héroes.

Javis Glamurus. Hocus Pocus con Focus, Mariscos Monterrey.