domingo, 19 de junio de 2011

El día que conocí a Félix Villarreal.

Quizás lo había visto en alguna reunión pero nunca me lo presentaron. Tal vez por que no tenemos nada en común. Bueno, cuando lo común en un monero se resume en comics, como todo el entorno social.

Fue en el Cero Curas Studio mejor conocido como Lámigala. En los clásicos martes de cheves mismos que ya estaban haciendo Cero Curas en un lugar ameno, donde las diversas mentes creadoras podrían congeniar, inclusive el renegado de Polo, mismo que ni siquiera saludaba como la mas vil persona civilizada se tratase, y que por problemas que se yo… psicológicos o de seguridad interior no se atrevía a hacer. En fin, pedos existen, solo hay que saberlos encontrar.

El Félix me cayó muy bien. Tiende a ser por el breve momento que lo vi una persona callada, noble y con hambre social. Un poco temeroso en la calle pero en persona un ciudadano modelo.

No difiere de mi pensamiento sobre el, al darme cuenta de su éxtasis al hablar sobre comics. Empezando el tema no hay quien lo pare y toma referencias como si un Hitler en geopolítica se tratase. De hecho, al hablar contonea su cuerpo de un lado a otro como si macheteado tuviese el cerebro de tanta información de comic almacenado. Es eso, o es el hecho de saber hipnotizar a las masas (pequeñas en el mundo comic) como lo hacia Hitler, quien contoneaba el cuerpo y en un estado hipnótico el publico seguía con instinto el lado al que se cargaba.

Solo así podría resumir su fanatismo hacia los comics. Bien por el, ya que de perdido no se hizo fanático de un ideal racista socialista.

Me gustaría charlar con el Félix de nuevo como cualquier mortal… PERO NO DE COMICS!!!