Ayer mientras fumaba un cigarrillo en la esquina, vi como un perro defecaba en medio de la calle.
Todo normal hasta que un camión fue sobres de el. Al perro solo le importaba soltar su cerote y no se movió. El Chofis tuvo que pararse en seco a esperar que el perro terminara su acción.
No cabe duda de que el trono es sagrado.