viernes, 7 de octubre de 2011

El 2.


Había acordado verme con un tipo en Sendero y Universidad. Sentado en la parada de camión me acompañaba un tipo de aspecto malandro. De al menos unos 20 tatuajes y rostro con señales de una reciente pelea. De pronto… llego el 2.

El 2 es un pordiosero, en parte. Llego muy gustoso con nosotros y se sentó en medio. Venía con un café callejero y una bolsa el cual contenía su lonche de trabajo.

“Un café pa las aguas y un cigarro pal cáncer”

Fue lo que menciono al llegar mientras encendía un cigarro Delicado con filtro que sustrajo de su caja casi llena.

Refiriéndose al malandro.

“¿Oye y eso duele?”

“Algo”

“Ahhh tienes muchos. ¿No eres Mara?

“No”

“Ese de la nuca se te ve padre es Nuevo León verdad”

“Si”

El malandro en su nuca portaba un mapa de Nuevo León donde en su interior habían varias calaveras. Se retiro ya que su camión había llegado.

El 2 por su parte se puso a platicar conmigo. De aspecto insalubre, buen humor, dientes amarillos como los de las ajas de cigarros y unos 10 pelillos de piocha. Saco mi celular para ver si tiene mensajes. Luego de metérmelo al bolsillo saco el otro celular para ver la hora.

“Ahhhhhh ¿de a dos?”

“Si, uno es del trabajo”

“Fíjate el otro día me encontré uno en una banca, pero se lo di a un muchacha, pos cono no me costo, me lo encontré pos se lo di. Y el otro día se les quedo a una pareja uno y lo agarre. Me llamaron y le dije, pos a que lo dejas ahí, ni modo yo me lo encontré. Así le dije, y ya nomas dejaron de hablarme”.

(Risas)

“Oiga Don, véndame un cigarro”

“Claro que si”

Prendo el cigarro. El 2 se levanta y se amarra bolsa del lonche en su pantalón.

“Bueno, que diosito me lo bendiga”

“Ándele Don, igualmente”.

“Ya me tengo que ir por que hay que pedir, porque mi jale es pedir”

“Ándele Don. Cuídese”

Nos despedimos dándonos un saludo. El 2 se retiro rumbo a una parada de camión a pedir dinero y le perdí la vista dirigiéndose rumbo al centro de San Nicolás.

Le puse el 2 debido a que portaba una camisa deportiva amarilla con el numero 2.

Espero encontrármelo mañana en el mismo lugar. Una persona con tanta alegría por la vida siempre es bueno saludarla a pesar del aspecto de pordiosero.