lunes, 3 de octubre de 2011

Chavo Jones. Exorcismo. Cadenas y dados.


Así pasaba en el Andador De la Concordia. Muchos sucesos que no se explicaban el porqué. Todos ellos eran de muy variada naturaleza. Si hubiese pasado cada uno de ellos en algún pueblo podríamos hablar de un lugar maldito.

Se decían muchas cosas, la gente no se explicaba el porqué. Tal pareciese que se tratase de una histeria colectiva al respecto la cual había sido generada por el contorno de las unidades habitacionales. Pero todo era real. Al menos en su gran mayoría.

Sucedió en uno de los edificios de la plaza. En un departamento que se encontraba solo por las noches se escuchaban cadenas. La gente siempre se espantaba y se echaba a correr. En otro departamento también de la primera planta era muy recurrente la aparición de espíritus.

Fue en ese departamento solo, el de las cadenas, donde se puso una lotería. Ya había pasado el exorcismo pero los fenómenos en ese departamento nunca dejaron de suceder.

La gente por las tardes y a muy altas horas de la noche jugaba a la lotería, hasta que por asuntos que no me compete decir relacionados al crimen organizado dejo de funcionar. Fue así que el sonido del bote de los dados nunca dejo de cesar. Ya no se escuchaban las cadenas, ahora lo que se escuchaba era el bote de los dados.