miércoles, 20 de abril de 2011

Déjenlo que se queme.

El siguiente relato está basado en hechos reales, los nombres, comandos, lugares y bandos son omitidos por obvias razones.

Un grupo de Halcones observa una serie de vehículos sospechosos de ser parte de un grupo contrario. La movilización se da por parte de sus superiores que convergen con varias unidades en un punto para hacerles frente y provocar una emboscada.

El grupo de camionetas llega y es atacada. No era un grupo contrario a su organización, eran Marinos.

La balacera se da por varios minutos. Algunos sacan fuerza sobre humana y saltan bardas de más de dos metros huyendo del lugar. Otros desesperados atacan con lo que pueden y tienen.

Desesperado por la refriega el comandante del grupo delictivo pide apoyo al cual nadie asiste al ver la gravedad y profesionalidad de los Marinos.

Los marinos con sendos disparos certeros dan baja a algunos.

Un Marino es herido de muerte. Al ver la acción uno de ellos prepara una Bazooka y le dispara al vehículo donde viajaba el líder del grupo delictivo.

En total caen tres, uno de ellos sigue vivo, es aquel Comandante quien se retuerce de dolor por las llamas del vehículo incendiado por el bazookazo. Atascado grita que lo saquen.

Un Marino se prepara para dispararle.

“¡¡¡¡DEJENLO QUE SE QUEME!!!!” Grita una mujer, miembro de las fuerzas especiales de la Marina.