domingo, 21 de agosto de 2011

Operación Dama Galante. Cap. 3.


La Señora de Civil quien platicaba con el ebrio, salió rumbo a la Central para voltear hacia Villagrán acompañada del mismo tipo. Era nada más y nada menos que una prostituta disfrazada, de esas que se apenan no aceptar su cruda realidad.

Empezaba a desesperarme por que no tenía ya a nadie con quien esperase el colectivo. Faltaba poco para las 12 de la noche y ya me estaba haciendo a la idea de pasar la noche en la Central de Autobuses. No tenia saldo y la pila ya estaba con el espíritu. Solo me acompañaban 20 pesos y pensaba en los 2 cigarros que completaría para esperar el camión hasta las 5:30 de la madrugada. Tantas historias por saber en la Central de Autobuses no tendrían razón sin una buena piteada de cigarrillo.

Se acerca un Taxi. Esta ocupado y por su vestimenta noto que es un mesero. Pita y volteo al lado contrario cuando veo a la güerita de las lindas piernas acercarse a darle algo. Un poco sordeado solo noto que le da 100 pesos entre otras cosas.

Había pensado lento, le hermosa güerita era la que movía todo el pandero en la zona. De ello a que nadie la cortejara como prostituta teniendo el despampanante rostro que se cargaba y el hermoso cuerpecito de jovencita.

Veo como una familia llega a esperar el camión. Indagan entre ellos cual seria su mejor opción y llegan a la conclusión que el Ruta 2. Me vuelvo a quedar solo. Hay algunas personas que me acompañan pero solo esperan la oportunidad de agarrar un Taxi. Muchos no lo consiguen ya que no pasan por la zona y tienden a moverse a otra calle. El grupo de prostitutas en la esquina sigue lichando de sus quehaceres diarios.

Se me acaba el tiempo. Volteo y noto que en Reforma hay operativo de los Federales. Tapan la arteria y algunos se bajan de las unidades para hacer cobertura. De una de las camionetas un federal me aluza el rostro. Pienso por el porte que doy soy un sospechoso potencial. Dejo pasar el tiempo y no se anima a checarme, solo indaga cual es mi reacción. Un oficial mira la caja de una camioneta lujosa que esta estacionada sobre reforma, abre una hielera viendo en su interior. Nada sospechoso. El grupo de choque esta fuera de mi vista. Entraron a un bar y la cobertura espera mientras termina el operativo.

El operativo dura alrededor de 10 minutos. Se retiran del lugar y pierdo toda oportunidad de que el camión al cual espero pase. Me doy a la idea que pasare la noche en el centro de la ciudad, no me espanta, no sentía en lo más mínimo indicios de muerte alrededor.

Mientras pienso un poco escucho a las prostitutas decir… “¿Cacharon a la guera verdad? Los sorchos, se la llevaron”.

Estar en Amado Nervo y Reforma por 40 minutos me dio pauta a enterarme de lo que sucedía en el entorno. No dudo que cualquier experto en inteligencia haya notado tan fácilmente a la güerita.

Ahora la pregunta era… ¿Qué hago aquí?
CONTINUARA…