lunes, 25 de abril de 2011

Chavo Jones. La Palma. Final.

A días de discusión de lo que se vio en el Punto de la Palma llegue a darme una idea de lo que paso en realidad. En el mismo análisis me contradigo dejando dudas al aire. Para saber la verdad absoluta habría que asimilar situaciones de muy variado origen, espero algún día lograr entender todo a la perfección.

Hoy sabemos que mientras se localiza el punto desde 300 metros a la redonda los espíritus te empiezan a engañar. Pueden influenciar tanto en el péndulo, las varas o en el mismo aparato. Es por eso que se debe de llegar a marcar el punto lo más pronto posible para evitar ello.

Se cometieron una serie de errores. Para empezar es un hecho de que Ramón había visto la lumbre. De ello lo apoyaba otro compañero de trabajo. Pero había una duda al respecto. La lumbre se da por un hecho físico, por la acumulación de los gases, por ende otras personas que en compañía de Ramón también debieron de haberla visto, lo cual no sucedió a excepción del tipo ese. El error fue que Ramón nos dijese el punto exacto. Las varas y el péndulo marcaban, pero al no tener mucha experiencia en el uso de los mismos el subconsciente hace que nos marque en el lugar que ya nos habían dicho con anterioridad.

Cuando Ramón nos dice que está en una esquina del pozo las varas ya nos marcaban en dos lugares. Pero ello explica lo anterior, de que como ya sabíamos dónde es ahora el subconsciente manda la señal a las varas y nos muestra ahora dos puntos.

Ramón estaba ya entrado en cheves. Aumentado su alcoholismo por el Vodka la presión sanguínea de Ramón se va a los cielos, y más cuando entra al pozo a escarbar forzando así su corazón. No hubo dolor de pecho, tal como se vio. Pero esa lumbre que vio en los ojos no era más supongo yo el síntoma de la alta presión. Cuando uno tiene alta presión si cierra los ojos mira un amarillo intenso.

Otra explicación para ese amarillo intenso que vio Ramón podría haber sido provocado por una alucinación. Entre los síntomas de los gases es la alucinación. Más exposición pudiese acarrear un daño cerebral. Pero esto último está en duda tanto como la alucinación, según los expertos en metalurgia.

Nadie vio o sintió una presencia paranormal. Solo fue Ramón quien afirmaba la presencia de un tal Moisés y un tal Pablo. Lo único paranormal fue el aire caliente que se sintió en un área específica del pozo. Inclusive cuando se usó el péndulo, el aire no se sintió más fuerte de lo normal ni cambio la temperatura como es habitual. Es decir, para mí no había presencia paranormal en la zona.

El pozo tenía muchos orificios de nido de hormiga, quizás ello explicase el aire caliente que quizás salía de alguno de esos orificios.

¿Del porqué del olor a los gases? Lo más probable es que estuviésemos cerca. Los gases no salen donde está el tesoro necesariamente. Salen donde este la tierra más suelta. Ello contradice el suelo, que estaba sumamente duro. Concuerda que en ese mismo lugar se aparecía la lumbre según Ramón. El olor que se dio pudiese haber sido canalizado por los orificios de las hormigas. Quizás Ramón no estaba seguro de la ubicación exacta de la lumbre, y sugestiono al grupo y por ende las varas y el péndulo marcaban.

Cuando Ramón se retira, nunca explico del porqué de la situación. Cuando lo vi note o sentí que él se retiraba definitivamente del lugar, ya que caminaba apresuradamente. Cuando el cae, pensó que uno de nosotros lo había golpeado en el hombro provocando la caída, y ello conllevo a sentir desconfianza hacia nosotros. Primero él estaba a tono con nosotros. Después vio que todos estábamos animados y suponiendo que le ganaríamos o para entrar al quite en la repartición misma que nunca se habló antes de ello, él se propone escarbar. Después promueve que no le sigamos, después al vernos animados se está con nosotros y mira fantasmas. Eran síntomas de actitud extrañas, confianza, miedo, aludir a retirarnos, fantasmas, caerse, desconfianza.

Ahora bien cuando cae la convulsión era real. Ya había visto dos convulsiones en mi vida, en una de ellas hasta le salve la vida al tipo. Que chido suena, plantar un árbol, salvarle la vida a alguien, es por ello que ando metido en este tema, porque la vida ya me aburrió. Total, la convulsión era real pero era parecida a un paro respiratorio. Cuando se tiene un paro respiratorio natural la persona no se da cuenta de ello. A falta de oxígeno la persona se desmaya, cuando lo animamos a que se levante el cerebro nota la presencia de nosotros que le hablamos y Ramón entra a la idea de que no está respirando, ahí es cuando desesperado intenta respirar y el cuerpo se endurece.

Aquí lo raro fue la supuesta aventada que le dieron si es que fue real. Pudo haber sentido un intenso calambre en su pulmón derecho que el sintió como un impulso hacia adelante lo cual provoco la caída. Pero medicamente suena imposible. Además de que el paro respiratorio no se da de esa manera. Solo puede ser provocado por un choque eléctrico pero de alto voltaje, no por un simple calambre. De igual manera se tenía activo el pulmón izquierdo.

Tengo serias dudas y contradicciones en el aspecto médico de Ramón. Al principio al recostarse en la pared del pozo lo veo como actuación. Mismo que note desde el lugar de los hechos. Ahora cuando cae se me hace estúpido también, pero creo en ello por el hecho de poner el cuerpo rígido a tal grado que no se podía controlar el cuerpo de el por nosotros.

Un hecho que quita todas las conspiraciones posibles por su lado es que el no volvió al pozo por temor. Pero ello también contradice el tema, ya que los indicios anteriores nos decían que el punto no era el que habíamos escarbado, por el comportamiento de los gases.

Concluyo que estábamos muy cerca del lugar, y que el punto no estaba maleado por ningún conjuro, que estaba limpio. No diré las características del lugar. Analice por fotografías satelitales la zona y la ubicación de la Palma se me hacía extraña, aun ahora pienso que quizás este debajo de la palma porque hay características que indican que la palma fue plantada. El problema es que es un terreno privado. Se necesitaría pedir permiso para entrar y con toda confianza derribar la palma, ya que quitarla no es nada fácil manualmente y necesitaríamos maquinaria. Para acabarla los dueños del lugar viven a no más de 100 kilómetros de la zona y no se sabe cuándo visitarían el terreno.

Así es como acaba la historia del Punto de la Palma, un punto que nos hizo madurar como buscadores de tesoros aplicando todas las teorías posibles conocidas hasta ahora. Bueno hablando de madurar me incluyo tanto como Juan Hipnosis, los demás siguieron sus caminos creyendo costumbres como que el tesoro se mueve de un lugar a otro, o que el mismo Pancho Villa se les aparece de noche dándoles tips de cómo encontrar tesoros. Un tema del cual ya hablare más delante.

FIN.