Sucedió en una empresa en las inmediaciones de García, de la cual me reservo su nombre y por ende su ubicación.
Pareciese que el Ingeniero responsable del área estuviese loco, no daba cabida al fenómeno que se le presentaba, por ello y para sacarse de dudas le menciono a un trabajador que lo acompañase al lugar de los hechos.
Se trataba de un poso de agua. En medio del monte alejado de la industria de la empresa había que asistir regularmente a intervalos para checar el buen funcionamiento de la bomba. Esos chequeos eran incluso en la noche, ya que así lo ameritaba la producción.
El Ingeniero aposto la camioneta a pocos metros del pozo de agua y apago el motor. Le pregunto a su compañero en medio de la noche que era lo que escuchaba, a lo que le respondió que nada. “Pon atención” le menciono. El compañero anoto que se escuchaba una música muy bonita, tirándole según sus palabras al sonido característico a música de orquesta.
“Se escucha una música”
El Ingeniero le menciono seriamente.
“Ahora abre la puerta pero no te bajes”
El compañero lo hace. Deja la puerta abierta.
“¿Sigues escuchando la música?”
“Si”
“Ahora sin bajarte solo pon el pie en la tierra”
El compañero poso su pie en la tierra cuando dejo de escucharse la música. Se sorprendió por lo sucedido como cualesquier lo hubiese sentido.
“Ahora quita el pie de la tierra”
El compañero lo quito y siguió la música.
Nota: Este es un relato verídico contado por una persona íntegra de la cual no dudo de su veracidad, y consta un claro ejemplo de las fuerzas ocultas de nuestro entorno incomprendidas hasta nuestros días.