martes, 6 de septiembre de 2011

Machaca Fest. Cap. 7. Una y otra vez.



Era apenas un infante cuando sabia de las salidas a la Monumental de mis hermanos a ver al TRI. Incluso llegaron a tocar a pocas calles de mi casa en la Constituyentes de Querétaro, en lo que era la Expo de San Nicolás. Nunca faltaba el olor a mota intenso en la Monumental y las broncas muchas de ellas fuera de control. Grandes cotorreos que fueron calmándose poco a poco debido a la popularidad generalizada del TRI.

Ahora, “Una y Otra Vez” volveríamos a ver al TRI. Quien no lo haya escuchado o que no hubiese disfrutado una tocada del TRI no podemos decir que sea Rockero.

Al iniciar el festival las nubes amenazaban con lluvia, pero solo fueron eso, “Nubes que con el viento se fueron, una y otra vez mas,mis ojos al cielo pidieron, solo un poco de tranquilidad, y respuesta no obtuvieron” ya que vendría el TRI a cerrar el ya exitoso festival Machaca. “No sabia que fuese a pasar, no lo quería ni pensar, que se que pueda pasar”. En parte eran los vasos con tierra y cheve y en lo que me convertiría, en un piromaniaco.

Empezó el TRI de una manera Relax. Agarrando la onda canto su nueva rola sobre el Casino Royale. Nunca hizo nada por incitar al desmadre, se daba por hecho que las agrupaciones se habían puesto de acuerdo para hacer valer la vibra que la gran mayoría de los asistentes necesitaban. No falto raza que aventó los clásicos vasos con tierra pero fueron muy pocos, al igual como las llamaradas de las camisas incendiadas.

Como estábamos al centro y en la parte superior de las gradas, optamos por ponernos a modo y hacer nuestra propia fogata, que resulto ser la mas grande de toda la noche. Tal fue su magnitud que protección civil nos la apago en un par de ocasiones.

Hecha de solo camisas y botes de plástico, además de las tapas de las hieleras de cheve, poco falto para que se nos ocurriese encender la hielera misma. La fiesta alrededor de la fogata no paraba. Yo en compañía de mis dos amigos terminamos abrazados de más raza completamente desconocida coreando y saltando las rolas del TRI. Como si se tratase de Timbiriche, juntos éramos uno mismo.

No nos importaba que fuese al escenario de invitado a hacer el ridículo Mario Bezares o el Pachuco Bailarín Cagante. De hecho era tanta fiesta y alcohol que ni me acuerdo del orden del Set List. Aun me veo cantando “Una y Otra Vez” al unisonó con la mayoría de los asistentes a lo que fue el mejor ambiente en un concierto en años dado en la ciudad.

“Una y otra vez, y miles de veces mas, seguiré muriendo en vida” viendo al TRI.

Esperaremos un año para la segunda edición, “mientras tanto cuídate, y que te bendiga dios, no hagas nada malo que no hiciere yo” y nos encontraremos.

PAZ.