lunes, 5 de septiembre de 2011

Machaca Fest. Cap. 3. Pato Machete.

Insistiendo en su Hip Hop la raza le hacia un poco de seguimiento. Fue cuando canto lo clásico de Control Machete cuando la raza pudo por fin entregársele, ello le dio al público a entenderse un poco con el cantante.

Como era festival, no falto el tradicionalista quien llevo un balón de Futbol para sentirse Ad hoc. Había espacio para ello, la zona de ruedo estaba a medio llenar. Entre las gradas no faltaron los personajes habituales y muchas por no decir demasiadas, chicas hermosas. Ello era raro, no había el habitual público tradicionalista que acarrea al TRI, solo un poco raza de barrio que se confundían con los seguidores de Celso.

De entre la raza se dejo ver una hermosa mujer güera con prominente busto hermoso. Tenía todo donde debería de estar y acaparaba la mirada de muchos, del cual me incluyo, constantemente.

Realmente era como perder un poco el tiempo con Pato Machete, solo sentíamos integración por parte del publico como lo dije anteriormente, cuando sonaban rolas de Control.

Así, sin ninguna novedad aparente transcurrió el toquín del Pato, poniendo en tono agradable a la la raza quien disfruto posteriormente del brake que portaba muy buena selección de rolas. De entre ellas se dejo escuchar a Manu Chao con Welcome To Tijuana entre otras.

Se dejo imponer la guardia Elite con que contaba el festival en la barrera, ello ya que eran oficiales de policía y no los guardias fomerreyeros con camisa blanca muy comunes. Ello indicaba que los organizadores sabían que podría salirse de control la seguridad.

El cielo de la Monumental se mostraba entre azul y con una enorme nube negra. La lluvia nunca llego y mientras se alzaba la mirada se veía constantemente una paloma blanca. Le decía a uno de mis amigos que era la señal del espíritu de paz que impregnaría la fiesta.

Llegaron los Manríquez a animar a la raza pero con un discurso pacifista muy patético, notándose que son buenos para tirar rollo mas no decir las cosas salidas del corazón.

Poco a poco llegaba más gente. Sabían que el plato fuerte estaba por comenzar de hecho, perdimos la noción del tiempo de cuando dejaron de ser abridores Cabrito Vudú y Pato Machete a estar en una alineación principal.

Los Manríquez animaron a la raza al escoger a un tipo de entre las gradas en la parte superior, quien sin camisa y algunos tatuajes en su abultada panza, lo torearon para que se pusiera a bailar. Al principio no quería pero todo el público se les unió a los Manríquez para animar al tipo de la abultada panza, a lo que accedió a bailar al compas de la música. Fue el minuto de su vida al acaparar la atención de toda la raza.