Hace algunos años un camarada me dio aventón, en el poco trayecto apenas amaneciendo, se había despertado con una inquietud sobre el tema. Me cuestiono que era para mí la felicidad, y que si lo era, feliz. Primero sonreí, después, le mencione de manera despectiva, rehuyendo el tema, como cuando me caga que me pregunten estupideces, pero al momento pensé y me di a la idea que era un momento importante para ese camarada.
Lo que le conteste fue simple, “soy feliz, no e indiferente, depende de la situación en que este, no es más que un estado de ánimo” El camarada me siguió cuestionando, un tipo pasado los cuarenta no le vi importancia a seguir en el asunto, mis palabras fueron cortas y precisas.
Así es como por ejemplo, este viernes, mi única risa netamente sincera, fue provocada por aquella reunión de Christopher con sus familiares y amigos en la que terminan golpeándolo por ser sincero, hablo de los Sopranos.
Ese capítulo en especial me agrado demasiado. Capitulo 10 temporada 4. En el se refleja toda la personalidad de los personajes y deja mucho mensaje esencial para la existencia básica de la psique humana, sobre todo para aquellos que deberían de asimilar lo importante y lo que no en la vida. Como Tony, que se molesta cuando se entera que Christopher mato a la perrita de su novia al estar drogado y sentarse sobre ella, o Paul que lo agrede cuando Christopher insulta a su propia madre. Por otro lado Carmela, que lejos de lo físico con Furio, está inquieta como se dice en la historia, como una quinceañera.
El punto es ese. A todo el mundo nos inquieta algo, pudiese ser la salud, pudiese ser la familia, o forjarla, protegerla, “salir adelante”, lo pongo entre comillas porque si se tiene salud y alimento mas no se puede pedir, que se quiera sobresalir en determinada carrera y hacer y rehacer todo para que se termine en homosexualismo y vivir en compañía la vejez. Todo depende de la mente de la persona, de lo relativo que lo haya tratado la vida.
Son estados de ánimo, no hay que complicarse la existencia, de ahí empieza el problema de la infelicidad, cuando se cuestiona el asunto si se es feliz o no. Si a la persona le falta algo o no.
En mi ejemplo, podría decir que soy indiferente a la felicidad, es un buen punto. Nunca regalo una sonrisa a menos que se me antoje en el momento, no doy un cariño por compromiso nunca. Suena estúpido, pero no se puede vivir en un estado de compromiso ante la felicidad social, no estamos en el cielo en medio de leones y panteras con nuestros hijos comiendo fruta, la realidad es que como sociedad solo necesitamos respeto mutuo.
¿Que es lo importante para ti?
Para mí, lo más importante es ser yo mismo, y no tiene nada de malo cambiar, son épocas, no momentos los que definen mi personalidad.
Estoy hasta la madre o más bien enterado de chingos de pedos que tiene la sociedad, que más da, no soy dios ni el Mesías, con estar conmigo mismo y respetar a los demás me basta.
Me vine a vivir a García por comodidad, ya me había hartado de leer en el colectivo. Estando aquí me di cuenta como ya lo mencione del problema del SIDA, y me dije “Puta… ¿Aquí que puedo encontrar?” Después me cuestione y me dije “Pero si ni vine a buscar vieja, pa que me hago pendejo”
Y no, casi nunca me agrada decir felicidades, ya que la gran mayoría de las veces no aplica. Un ascenso en el trabajo, felicidades. Te graduaste de x carrera o terminaste un grado, felicidades. La selección gana algo importante, felicidades.
Chinguen a su madre, no se dejen influenciar por los medios o por quienes los rodean, simplemente sean sinceros, respetuosos y sola la gente se te pegara.
Es bonito, pero con el tiempo fastidia porque empalaga, la gente necesita algo de soledad de vez en cuando.
No me despido de este post deseándoles felicidad, sería una falta de respeto a mi ideología.
A mis amigos donde quiera que estén, tengan presentes que los estimo mucho y que siempre me acuerdo. Me vale madre que no sean felices, nomas no quiero que se me aguiten. De perdis un estado de flotación entre las dos corrientes.