miércoles, 14 de diciembre de 2011

Crónicas Reload. La Rata. Día 5.


1:45 AM La Alarma.

Se enciende el estéreo y me despierto. Me dirijo al cuarto y apago la alarma. Saco mi ropa y cosas del cuarto para dirigirme a bañarme. Cerca de la computadora siento que algo se mueve. Es la pinche Rata que trata de escapar por la ventana. Ve mis pies, no se mueve ni yo lo hago.

Transcurre un tiempo decisivo en mi vida y veo alrededor que tengo a la mano para golpearla. Tengo el Fax, el monitor, el teclado y el ratón. Pienso que lo más obvio es el ratón. ¿Un ratón matando a otro ratón? ¿Pero cómo lo desconecto y si no llega el cable?

Tengo a mi vista al Torito que me regalo mi amiga Xochitl pero no, como haría eso, se ensangrentaría y no quisiera recordar a la guerca así.

¿Qué demonios tengo? Nada. Es el momento decisivo. La Rata no se mueve. Tan solo muevo un pie si acaso 5 centímetros y se hecha al suelo y corre con gran velocidad logrando pasar la trampa que estaba colocada precisamente para evitar esa situación. La puta Rata la paso. Claramente la vi correr por encima de la Trampa. ¿En dónde quedo la puta tecnología? Pinche Waldos de mierda.

¡Demonios!!! Estuve tan cerca, como aquel día en que nos miramos a los ojos.

2:15 AM. La aceptación.

Ya lo aceptaba, la Rata era demasiado inteligente. Sentado en el sofá de la sala veo el reloj para cerciorarme de que no se me hace tarde. Son las 2:15 AM. ¿Pero qué demonios? Si la pinche alarma la puse a las 6. ¿Por qué sonó? ¿O acaso fue la pinche Rata que prendió el estéreo y subió después a la ventana? ¿Qué tan chingona era la Rata? Duermo.

10:00 PM La trampa maestra.

Tanto análisis me llevaron a la conclusión de diseñar mi propia trampa, una muy chingona que no permita escapar a la puta Rata y que la haga sufrir psicológicamente como a mí me lo ha provocado.

Decido meter una tina de 19 litros a mi cuarto, le pongo queso en el interior y la coloco al lado del sofá. La estrategia es que la Rata perciba el queso, que a pesar de que hay dos más en las trampas bizarras, ella sabe que no los puede comer. Otro punto interesante es la oscuridad total, cierro por completo el cuarto para que no le entre en lo absoluto nada de luz, la idea es que se guíe por el olor expedido por la parte superior, eso hará que suba al sillón y que al no ver nada hacia abajo se lance en busca del queso. Lo resbaloso de la tina hará que no pueda subir y permanecerá sin salida el resto de la noche. Así es, viva, atemorizada y psicológicamente dañada. No sería tan mierda, ya que estaría con la panza llena con tremendo queso que le di como carnada.

11:30 PM El sufrimiento.

Mientras duermo en mi Sofa-Bed en la sala, escucho que la pinche Rata trata de salir por la puerta. Se escucha como la muerde, yo solo veo la puerta cerciorándome que no lo logre. Miro hacia el techo de la sala y pienso mientras entrecierro los ojos… "Vas a caer hija de tu puta madre"