martes, 6 de diciembre de 2011

Crónica de una violación



(Relato fuerte que pudiese alterar el estado de cualquier persona apegada al tema. Absténganse de leerlo menores de edad)

Llego el camarada y  me mostro una foto para saber si lo conocía. De pronto lo reconocí, no físicamente pero si psicológicamente.

      Crónicas- Ese guey es un violador, muy probablemente de Veracruz. ¿Qué sabes de el?
  
Una noche en Santa Catarina pareciese normal. El sonar de los vehículos a gran velocidad hacía a las personas pensar que posiblemente trabajase el conductor para el crimen organizado.

Lucia, (llamémosle así), se encontraba en su estética, misma que se ubicaba sobre una esquina donde estaba la parada del colectivo. Ahí afuera, un grupo de personas esperaban su ruta. Al menos unas 6 o más impacientes veían el horizonte esperando ver la unidad que los llevase al trabajo nocturno.

La estética contaba con los clásicos carteles de cortes de pelo de tendencia en sus vitrales. La puerta a su vez era de vidrio y por comodidad permanecía cerrada. De pronto entro a la estética el violador. Rápidamente sometió a Lucia detrás de una pequeña repisa que se encontraba en el recibidor. Ahí sin más la golpeo. Ella gritaba a más no poder. El violador no escatimo en precauciones, sentía la ansia de desahogarse. El objetivo era lucia y no le importaba la falta de su propia seguridad, él estaba seguro de su logro.

Lucia sabía en la situación que se encontraba. Sabía muy bien que su mejor defensa ante el hombre que la superaba en peso y fuerza era el llamado de auxilio.

La gente en la parada de camión escucho los ruidos. Solo voltearon no logrando ver lo que pasaba dentro del local, ellos solo lo que les importaba era irse lo más pronto posible y desesperaban porque el camión pasase.

Lucia sufría. El violador no busco su parte. La volteo y con unas tijeras mismas que agarro de la repisa se las encajaba en la espalda para que permaneciera sometida. Lucia lloraba y gritaba del terror que se le presentaba.

El violador termino por despojarla de sus ropas, más bien desgarrarlas. Agarro un aparato enorme con el que alacían el cabello y se lo introdujo en su recto.  Sin miramientos, sin lubricante y sin compasión. Lucia estaba desecha. Sus gritos ahogaban la estética y la gente en la parada de camión seguía esperando la mejor manera de retirarse.

Después de golpearla en varias ocasiones en el rostro para que dejase de gritar, lo cual nunca dejo de hacer, el violador le marco toda la espalda para mantenerla en el suelo mientras hacia lo suyo. Lucia de tanto dolor trataba de pararse cada vez que el dolor era intenso y al chocar con el filo de las tijeras más de una vez se cortó por la firmeza de la mano del violador.

Al terminar de agredirla con el aparato el violador opto por fin de introducir su miembro y logro descargar dentro de ella.

La dejo. Llorando de impotencia, de dolor y de un profundo terror. Así como entro, el violador salió a la calle bajo las miradas de quien esperaban el camión. Nadie dijo ni hizo nada

      Crónicas.- ¿Y qué onda con la foto?

      - La tomaron los familiares acá sordeado en el ministerio público. No es foto, es un retrato hablado. La         ando rolando. Ya un camarada se la paso a los malos y están buscando al hijo de su pinche madre.

      Crónicas.- El pedo es que tiene el perfil de que viaja mucho, que agarra jale donde sea. El guey no es de la zona ya de seguro se movió pa otra ciudad. Lo malo es que lo volverá a hacer pero quizás por ello lo agarren al hijo de su puta madre.

      - Pues ya son varios los que lo andamos taloneando, también están los malitos y la Ministerial.

      Crónicas.- Por ojala que lo encuentren pa que se lo cargue verga.