martes, 4 de octubre de 2011
Chavo Jones. Sexto Sentido.
No importa el lugar. Puede ser en cualesquier casa, empresa, calle, etc. Donde quiera hay espíritus. El problema es tener la capacidad de poderlos apreciar.
Sucedió en Manzanillo. Unos departamentos a la orilla de la playa sobre la bahía vive una familia. Padre, madre e hija. Dicha familia no tiene nada de especial, podríamos decir que es la familia promedio. Ello dependiendo que significa promedio para cada quien. Podrían pensar que por vivir al lado de la playa te da un estatus, pero para mí es una familia ordinaria.
Amplio departamento. Lo básico. Internet, televisión, cocina, un padre, una madre y… una niña.
Para mí esa niña es especial ya que la quiero mucho. Me he perdido muchos días de su infancia y cuando visite a dicha familia me di cuenta de la afición por parte de la niña de ver videos de fantasmas. Realmente ni llegaban a ello los videos. Tenía una inocencia infantil que a lo mucho que llegaba a ver eran los videos del programa de TV de Azteca llamado Extranormal. Bien sabemos las churradas de experiencias que viven los protagonistas.
La niña veía constantemente ello y a pesar de que su padre le mencionaba que no lo hiciera ella seguía con ese vicio por saber que sucedía.
Un día le dije como buscar videos de ese tipo y su afición se acrecentó. Fue tanta su afición que le puse un “Ya basta”. No me hizo caso y le dije que si en verdad quería ver ese tipo de videos que me esperara, que le pondría uno realmente de verdad. Ella me decía que no pero no le hice caso y se lo puse. Tenía la cara tapada con sus manos y entre sus dedos dejaba escapar la mirada de un ojo para ver lo que sucedía. Solo fue esa ocasión. Para que ya no siguiera viendo esos videos.
Un día así sin más, haciendo ella un poco de tarea vi una especie de libreta donde tiene sus apuntes de tareas. La hojeo y me di cuenta de algo extraño. Decía algo así como “Lunes 4:30. Me levante al baño y a tomar agua, no paso nada.”
La niña llevaba un diario de sus acciones nocturnas. Nunca platique nada con ella al respecto. Vi en ello una buena actitud y su interés por el programa de Extranormal me daba a entender que el tema lo estudiaba, más que lo mirase por morbo.
Como su mama no estaba ella dormía con su papa. Para ello yo dormía en su cuarto. Nunca le dije nada a la familia, pero en la noche, escuche un ruido que provenía del Closet del cuarto.
Sabía que no era nada malo. Así siento cuando visito una casa. La actitud de la niña es interesante. Muchos de niños no despertaron ese interés por lo desconocido, al contrario, siempre le sacaron la vuelta.
La niña tiene una mente muy sana, muchas de las veces cambiada por su entorno social. Si sigue como lo está haciendo, no dudo que nunca se le pierda ese sexto sentido que pocos tienen ya de adultos. Porque somos pocos, los que vivimos en un mundo de fantasmas.