sábado, 15 de enero de 2011

En busca del tesoro perdido 3. La Expedición.

Nos reunimos para la expedición los mismos, solo que se nos agrego el tipo el cual había escuchado la carreta, así como Pepito y Teban.

Llegamos y la falla más importante fue la olvidada por parte de Kike Limones del Péndulo. El Péndulo es un aparato de Radiestesia como las Varillas, solo que este no solo te da la dirección, si no que puedes preguntar cosas a los “espíritus”

Estando en el lugar Juanito nos enseño un lugar a solo unos metros del punto, en donde él había excavado años anteriores. El no nos había dicho nada al respecto el día anterior por la noche, que él ya había estado en el lugar, y cosa extraña las varillas apuntaron casi al mismo sitio.

Se determinaba de nueva cuenta el punto con las varillas, yo pensaba que eso era innecesario debido a que el día anterior nos lo había marcado con exactitud. Para cuando cuadraron el pedo habían llegado exactamente al mismo metro cuadrado.

Un pocos inquietos todos era el inicio de la excavación. Mientras estábamos por comenzar Kike formo un círculo entre todos y nos insto a rezar. Yo la verdad no creo en eso, las energías son tales que los rezos son innecesarios. Todos menos Misa y Pepín quienes estaban dentro del circulo aun probando las varillas estábamos según Kike rezando. Él era el único que hablaba en voz alta pero solo decía “Padre nuestro que estás en el cielo wa wa wa wa (inentendible) Amen” Así se aventó varios rezos en donde solo se entendía el inicio y el final, y en el medio solo balbuceaba. Algunos por la incomodidad se reían. Otros se veían los unos a los otros y fue cuando Junior me vio cuando le digo sonriendo “Yo no sé rezar”

Pasó la incomodidad y se rompió el círculo. Kike por su parte ya comenzando a excavar con agua bendita nos rodeo a todos y la hecho en la tierra. Al final nos dijo que nadie se debería de salir del círculo hasta que acábesenos. El fue el primero en salirse del círculo al llegarle una llamada al celular. Después nadie le hizo caso y termino yéndose a dormir a su carro.

Estábamos cortos de cigarros, los pocos que habían y para soportar el intenso frio que hacia se arremolinaban cuando sacaba la caja de cigarros, como si de soldados en medio de la guerra se tratase. Aquel que supuestamente escucho a los caballos le mando a hablar a su hijo y un amigo de él para que nos trajera cigarros y agua mineral misma para acompañar el Whisky que teníamos, el cual lo usaríamos para mitigar el calor. Ya llegando los tipos solo trajeron una mendiga botella de medio litro de Agua Mineral. Aquellos que estaban escarbando se resintieron de inmediato al no tener que beber.

Pronto se fue el tipo que escucho a los caballos y se llevo consigo a su hijo y a su camarada. Kike Limones se llevo a Teban y no volvieron en el resto del día, cuando aclararon que volverían.

Ahí fue cuando nos llego la noche… y las apariciones se hicieron notar.

CONTINUARA…