Son las 6 de la mañana. Me dirijo por mis tacos a
la avenida todo desaliñado y con mi short, marco contraste con los comensales
que ya se alistan para irse a trabajar o que ya lo están haciendo. Después de
almorzar me baño con el espíritu del jabón que queda en la regadera. Me visto formal
tan solo con el espíritu del desodorante, lo cual me preocupa. Al caminar rumbo
al colectivo el sudor delata mis poros abiertos por el reciente baño. En parte
es un poco inútil salir en esas condiciones.
Para colmo, me subí a una unidad sin clima ya que estaba algo apurado.
Llegando al centro frente a la central de
autobuses, mi vestimenta contrasta con la de un pordiosero quien se encuentra
sentado en Colon. Me dirijo a tomar la unidad 107 García. Se me pasa uno ya que
se me antojo encender un cigarrillo mientras veo a los connacionales que llegan
o se van de la ciudad.
Al subirme a la unidad no encuentro un asiento
respetable. Sé que cualquiera que escoja seria lo mismo. Mi limpia camisa crema
se manchara y mi pantalón negro resaltara mis sentaderas con polvo que me
denoten como vendedor de biblias mal pedo.
Nos dirigimos a García por el camino de Lincoln,
ya que la ruta 107 tiene dos, la otra se dirige a García por Santa. La verdad
siempre trato de dirigirme por Lincoln, adoro ver todo el esplendor de la Sierra
del Fraile y la llanura no habitada del cerro de las Mitras.
Al llegar a García me dirijo al taller de Kike Limones
para tratar de ver a mi amigo Misael Garza, quien es su hermano. Kike limones
es un viejo camarada quien se lanzo para contender por la Alcaldía de García
representando al PRD. Mucha propaganda en las calles con su rostro me saca un
poco de onda.
¿Pero porque Kike Limones? El apodo fue impuesto por el Dedo, un camarada
a quien le digo Juan Virus ya que tiene un ciber y arregla computadoras. Su
apodo del Dedo es debido a que su corte de pelo corto, añadiéndole la forma de
su cráneo encefálico viéndolo de atrás se asemeja a la parte interna del dedo
pulgar. El Dedo le puso Kike Limones entre la raza a Enrique Garza, debido a
que siempre decía que el día anterior se la paso lime y lime. Termino de decir
que estuvo cogiendo por un buen rato.
Pregunte por Misa en el taller pero me mencionaron
que no se encontraba. Fue ahí que en mi retirada note que en la casa de la
matriarca de Los Garza había mujeres que de lejos me veían. Solo supuse que
comentaban mi vestimenta o que quizás estaba buscando empleo en la campaña de
Kike Limones.
Me dirigí a casa de Joaquín Garza. Se encontraba
reparando junto con su hijo Neto el motor de un bocho mismo que lo volvió a
bajar, debido a que una biela estaba torcida. Ahí salude de paso a su esposa
quien entretenida jugaba a la maquinita que se encuentra afuera de tienda de su
suegra, siempre con su sonrisa agradable.
Son cerca de las 12 del mediodía y le comento mí
partida a Joaquín, ya que tenía una cita. Me invita a regresar para la hora de
la comida a lo cual acepto.
Me encuentro en la explanada de la Casa del Ayuntamiento
de García. Ahí me topo al buen Julio Cisneros quien me saluda a lo lejos. Él se
encarga de tramitar las cartillas militares. Me coordino con el secretario y el
asistente del Ing. Jaime Rodríguez para mi recibimiento. Tras varios
cigarrillos de espera ya que tiene una agenda muy apretada paso por máximo 2
minutos a hablar con el. Se encuentra dialogando con algunos regidores a los
cuales me presenta. Salgo después de realizar mis asuntos y me dirijo de nuevo
a la casa de Joaquín Garza, solo para pedirle por un momento su computadora para mandar un par de correos. Su hija diana
se encuentra tranquilamente relajada viendo videos musicales en el YouTube y
accede con gusto a prestarme su computadora.
Al salir me despido de Joaquín dándole a entender
que no esperare a la comida que ya esta casi lista. Salgo a monterrey ya que
tengo una cita con una amiga, la cual cancelo en el trayecto debido a que me pidió
unos artículos que había dejado en mi casa. Perdería mucho tiempo el ir a mi
casa en San Nicolás y regresar al Centro de Monterrey.
Paso a la Bodega Aurrera para comprar un
desodorante. Ahí me dirijo a los baños para asearme un poco.
Sobre la Central de Autobuses le llamo a mi amiga
Lily, la cual me comenta que no fue a trabajar debido a que el día de ayer fue
un día muy pesado en su trabajo, al término de llegar a las lágrimas por la presión
acumulada por toda la gente y administración que tiene que controlar. Mi plan
era ir a comer con ella y quedo de verla en el cruce de Santo Domingo y Diego Díaz.
Me dirijo a la cita en el metro. Unos minutos en
un tren con clima me caen de perlas al estar todo el día en la calle.
Transbordo al transmetro un poco incomodo ya que ya olía un poco a sudor.
En el mencionado cruce saque del empeño la laptop.
Rumbo a mi casa Lily decide visitar a su hermana quien vive en otro sector de
la colonia, La Consti. Compramos cerveza y ella adquiere una bebida sin alcohol
debido a que anda conduciendo.