No pude dormir a gusto. Despierto y me baño. Alisto un cambio de ropa ya que no se si está lloviendo en García. A su vez, me voy en chanclas.
Me siento un poco extraño esperando el camión en Cuauhtémoc con chanclas. Subo y destrucción por doquier. Bueno, no por doquier, solo en Santa y en García. Pobres familias, la pasaron duro.
No han hecho demasiada grilla, pero los daños superan a los causados por el Gilberto.
El miércoles apenas pude salir de García. El municipio solo tenía un acceso que era por Lincoln, la de Santa estaba cerrada.
Me dio un poco de tristeza el ver o imaginarme cuanto sufrió la gente. Muchas familias estuvieron en los techos, se desbordo el pesquería e inundo La Sobrevilla, las Arboledas y en general casi la mitad de García.
La empresa Alcali sufrió daños en su sistema de trenes. La barda de la carretera en gran parte se derrumbo, eso vale madre, Vitro como quiera tiene chingos de lana.
Alrededor de las 10 paso la Pipa. No había agua. La gente se arremolino y casi linchan a los trabajadores del municipio, una patrulla tubo que escoltarlos por unos momentos. La gente molesta estaba desesperada. Sin teléfono, sin cable, sin agua, sin gas. La luz apenas recién había llegado en la madrugada. El arroyo al lado de la Ghoner que se convierte en el Obispo de tan solo 10 metros que tenía el cauce aumento al triple. Por la zona de Merco se inundo a madres. Inclusive una aplanadora que se encontraba en el lugar fue arrastrada. En resumen, el Gilberto fue una puñeta mental.
El miércoles… pude salir a tiempo.